07 maio 2007

Desastres

Pablo Neruda

Cuando llegué a Curacautín

estaba lloviendo ceniza

por voluntad de los volcanes.


Me tuve que mudar a Talca

donde habían crecido tanto

los ríos tranquilos de Maule

que me dormí en una embarcación

y me fui a Valparaíso.


En Valparaíso caían

alrededor de mí las casas

y desayuné en los escombros

de mi perdida biblioteca

entre un Baudelaire sobrevivo

y un Cervantes desmantelado.


En Santiago las elecciones

me expulsaron de la ciudad:

todos se esculpían la cara

y a juzgar por los periodistas

en el cielo estaban los justos

y en la calle los asesinos.


Hice mi cama junto a un río

que llevaba más piedras que agua,

junto a unas encinas serenas,

lejos de todas las ciudades,

junto a las piedras que cantaban

y al fin pude dormir en paz

con cierto temor de una estrella

que me miraba y parpadeaba

con cierta insistencia maligna.


Pero la mañana gentil

pintó de azul la negra noche

y las estrellas enemigas

fueron tragadas por la luz

mientras yo cantaba tranquilo

sin catástrofe y sin guitarra.


Fonte: Neruda, P. 2007 [2004]. O coração amarelo. Porto Alegre, L&PM. Poema originalmente publicado em 1974.

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